Sunday, May 21, 2006

Para que los ingenuos reelijan

Por Anotnio Caballero
De puño y letra
Insisto en mi sospecha: la carta está escrita por otra persona, a la manera de esos tarjetones electorales de la Costa rellenados por mano ajena
Por Antonio CaballeroMucha gente va a votar para reelegir a Álvaro Uribe como votó por los uribistas del Congreso: bajo amenazas. Otros van a votar como han votado siempre: porque son electores amarrados del clientelismo tradicional. Otros más porque han sido los beneficiarios directos de estos cuatro años de gobierno y necesitan que Uribe repita para seguir consolidando su posición económica y política: los paramilitares que no han entregado sus armas ni piensan entregarlas, no han devuelto sus fortunas robadas ni piensan devolverlas. No han desmantelado sus siembras ni sus tráficos de drogas ilícitas ni piensan desmantelarlos y dejárselos a los guerrilleros de las Farc. Todo eso constituye el núcleo duro del uribismo, y en la semana que falta para las elecciones no va a cambiar su intención de voto, ni lo haría aunque saltaran más escándalos. Porque esos escándalos se refieren precisamente a ese núcleo. Para los verdaderos uribistas no son escandalosos: son su propio modus vivendi, y quieren mantenerlo.Pero hay también gente que va a votar por Uribe a pesar de los escándalos. Porque cree que ahora sí va a cumplir lo que prometió hace cuatro años, o por lo menos lo que esta vez está prometiendo. Que en su primer período no tuvo tiempo de concluir su obra, pero en un segundo período sí. O si no, en el tercero.
A esos ingenuos que no se dan cuenta de que lo que ha venido haciendo Uribe es exactamente lo que quería hacer les convendría echarle una ojeada al anuncio de propaganda electoral que salió en todos los periódicos el mismo día en que el Presidente, en Medellín, anunciaba sus intenciones: hacer en el segundo cuatrienio lo mismo que en el primero, pero -dijo- "con mejor letra".
Se trata de un anuncio de página entera firmado por 'Primero Colombia', que es uno de los múltiples partidos uribistas, con su logotipo de la mano del Presidente embanderada con el tricolor patrio y con su habitual dedito parado de echar regaños. Del otro lado de la página, por el revés (o por el derecho: con el uribismo nunca se sabe) viene un afiche a todo color que muestra al Presidente candidato también con su dedito rígido parado, echando un regaño o haciendo una promesa, y el lema de la campaña: "Adelante Presidente". Del lado del texto, que se titula "Carta del presidente Álvaro Uribe Vélez a los colombianos", viene, en efecto, una carta escrita a mano. ¿Por el propio candidato Presidente, y de su puño y letra? No lo sé.Yo no conozco la caligrafía del Presidente. Pero me da la impresión de que la carta no es auténtica: la letra, demasiado legible, demasiado igualada, en líneas demasiado rectas, aunque a la vez informal, no de calígrafo, parece letra de 'creativo' de agencia de publicidad.Poco importa lo que dice el texto. La demagogia habitual: que si la "inversión social", que si el "crédito popular", que si las "mamás que reciben el subsidio", que si la "seguridad democrática", que si la "felicidad de los niños", que si las "viviendas dignas". Lugares comunes de candidato en campaña, que pueden ser tanto de la cosecha propia del Presidente como de la del 'creativo' de turno. La frase final es: "Por una Nación segura y emprendedora!", escrita así: es decir, sin abrir el signo de exclamación como lo dictan las normas del castellano. Ese desprecio por las normas, esa agilidad para saltárselas, podrían demostrar que el anuncio del presidente Uribe es efectivamente una carta autógrafa, escrita de su puño y letra. Y la firma también: "AURIBEV", toda en mayúsculas, y en unas mayúsculas de talla mucho mayor que las mayúsculas del texto mismo. Eso podría ser, también, sello personal del Presidente. Pero insisto en mi sospecha: la carta está escrita por otra persona, a la manera de esos tarjetones electorales de la Costa rellenados por mano ajena que sirvieron para llevar al Congreso fraudulentamente a unos cuantos uribistas. Es decir: que no sólo dice mentiras, como es lo habitual en los mensajes de los candidatos, sino que además la carta misma es una mentira.No lo puedo asegurar, claro está. Habría que cotejar su texto con algún otro autógrafo del Presidente cuya autoría esté certificada. Habría que consultar con peritos grafólogos. Pero si una vez hechas todas las verificaciones y pruebas necesarias resultara que sí, que la carta de Uribe es de su puño y letra, eso querría decir que tiene letra, y puño, de 'creativo' de agencia publicitaria. Lo cual, me temo, es peor.