Sunday, May 28, 2006

Vista internacional de los hechos

GLORIA HELENA REY
BOGOTÁ
El tiempo poco ayudó y las elecciones presidenciales de ayer fueron abiertas oficialmente por el alcalde de Bogotá, Luis Eduardo Garzón, en la plaza de Bolívar, en el centro histórico de esta capital y próxima al palacio presidencial, bajo un cielo gris y lluvioso y bajas temperaturas, que marcaron una atmósfera electoral caracterizada por el poco entusiasmo de la población en las calles.El presidente, Álvaro Uribe, votó a las ocho y media de la mañana (hora de Colombia), en medio de estrictas medidas de seguridad, que aislaron por completo las 60 mesas de votación ubicadas en la céntrica plaza de Bolívar. Parecía cansado y hasta malhumorado, acompañado de su esposa, Lina y de sus dos hijos. El presidente vestía un traje gris, con una corbata verde manzana, pero su extrema seriedad no parecía acorde con alguien a quien las encuestas daban como un seguro vencedor.Por coincidencia o estrategia política, Uribe votó a la misma hora que lo hizo en la ciudad de Medellín, a media hora de avión desde Bogotá, su principal contrincante, el candidato del izquierdista Polo Democrático Alternativo, Carlos Gaviria. Sonriente y menos tenso, contó con un ambiente electoral mucho más animado y fue aclamado por sus seguidores tras depositar su voto.Pese a la relativa tranquilidad que vive el país, el centro de Bogotá fue militarizado y helicópteros del Ejército lo sobrevolaban.
Carta a Uribe
Los seguidores de Gaviria divulgaron ayer una carta enviada a Uribe por intelectuales norteamericanos, encabezados por Noam Chomsky, donde denuncian falta de garantías y amenazas de muerte contra el candidato de la izquierda por parte de grupos paramilitares de derecha. Paco Simón, un periodista español del Centro de Estudios Políticos y Sociales de Valencia, dijo que las elecciones colombianas, como las bolivianas, estuvieron marcadas por la guerra sucia pero que "en Colombia la situación fue mucho más difícil porque amenazó la vida de personas".