Tuesday, February 13, 2007

Prudencia

¡Prudencia!

PorPatricia Lara
Esta semana, después de que el Presidente Uribe dijo que los congresistas del Polo Democrático Alternativo eran "terroristas vestidos de civil" e insultó al jefe de ese partido, Carlos Gaviria, y lo acusó de simpatizar con la guerrilla, han sucedido los siguientes hechos, cuya ocurrencia, horas después de divulgadas las explosiones verbales del Presidente, puede ser casualidad, pero cuya existencia pone los pelos de punta:En Florencia (Caquetá) fue asesinado Leonel Becerra, desmovilizado del M-19.
En Apartadó fue baleada Carmen Santana, militante del Polo que estaba trabajando en la búsqueda de reparación para la población desplazada, esposa de Hernán Correa, dirigente sindical de la CUT en Urabá.Por teléfono se produjeron nuevas amenazas contra los hermanos del senador Gustavo Petro, quien ha dicho que el mes próximo hará un debate sobre el paramilitarismo en Antioquia y quien ha liderado la oposición a Uribe en lo que respecta a ese tema.
Por correo electrónico llegaron cerca de setenta amenazas a organizaciones sociales. (Una de ellas, dirigida a todos los "comunistas serviles camuflados de civil," y firmada por el "brazo político armado de las ex Auc", afirma que se identifica "con la política de seguridad del presidente Álvaro Uribe Vélez"; que está "con él hasta la victoria final sobre los comunistas disfrazados"; y que "el martes 13 un amarillo está en la mira").
Todo lo anterior demuestra que no es cierto lo que el Presidente le dijo esta semana al periodista Darío Arizmendi: "dígale al doctor César Gaviria que no se preocupe por el lenguaje, que se preocupe por las cosas de fondo".No, Presidente, por el lenguaje sí hay que preocuparse.
Un lenguaje tan agresivo como el suyo puede incendiar el país con más violencia.
Tal vez porque tenía en la mente ese temor al defender a su hermano de las insinuaciones hechas por el senador Gustavo Petro en el sentido de que él tendría nexos presuntos con los paramilitares, fue que usted afirmó: "cuando se cae en incitaciones de ese tipo, que pueden ocasionar el asesinato de una persona, podría configurarse una cosa que se llama terrorismo".
Pero ese tipo de incitaciones capaces de conducir al terrorismo son mucho más graves y preocupantes si vienen de boca del Presidente de la República, cuyo principal deber es defender el país de la violencia. Sus seguidores, Presidente, que son la mayoría de los colombianos que votan, entre quienes con seguridad se encuentran los desmovilizados de las autodefensas, pueden entender sus explosiones de ira como una "orden de eliminar" a sus contradictores.
Es que la gente interpreta las palabras según los parámetros que en sus círculos se usan para solucionar los conflictos. Y los recién desmovilizados están acostumbrados a solucionar los conflictos a bala y motosierra.De modo que el lenguaje sí es importante, Presidente, y el del Jefe de Estado lo es mucho más.
No sobraría, pues, presidente Uribe, que cada vez que se acerque a un micrófono recordara esa acertada advertencia de ese sabio gobernante que fue Alberto Lleras: la de que "los discursos en el Congreso se vuelven muertos en las veredas".