Saturday, June 03, 2006

Realismo y más realismo

León Valencia
POR LEÓN VALENCIA
LA OTRA ORILLA
Realismo y más realismo (03 de Junio de 2006)
Triunfó el mismo hombre de hace cuatro años, pero la realidad del país es distinta.
Ojalá el ruido de la victoria no le impida percibir la novedad de la situación. Un hombre con la experiencia de un largo y fecundo vivir, pero nuevo en la política, obtuvo un segundo lugar con sabor a triunfo. Ojalá la sorpresa que le prodigaron sus numerosos electores no nuble su sentido de realidad.
Hace cuatro años había un país tan hastiado de la guerra como desengañado de las negociaciones de paz. Había, además, un penoso vacío de liderazgo. Uribe ofreció la solución militar y obtuvo el respaldo del electorado. Se empeñó como nadie en la pacificación concertando con los paramilitares en el norte y buscando la victoria sobre la guerrilla en el sur y los resultados son precarios.
La gente cambió de opinión sobre la salida al conflicto. Hoy, más de un 60 por ciento de la población se pronuncia a favor de la negociación con la guerrilla. Pero a la vez mantiene su respaldo indeclinable al presidente Uribe. Quiere decir que los ciudadanos, aunque ya no aprecian la vía militar que proclamó, sí respetan y aplauden su gran liderazgo.
Hace cuatro años la economía estaba por el suelo y los grupos económicos habían perdido cerca de la mitad de su patrimonio. Ahora, América Latina se encuentra en un ciclo de crecimiento que ha jalonado nuestro país a una expansión de 5 puntos y los empresarios se frotan las manos porque han multiplicado sus ganancias y recuperado su riqueza. Pero aún no hay un impacto benéfico sobre la pobreza y la indigencia de las mayorías nacionales.
Uribe, que ha sido tan celoso en fortalecer el músculo empresarial, tendrá que preocuparse ahora especialmente por la política social y la redistribución del ingreso.
En el tiempo de la primera elección de Uribe, también era diferente la situación en Washington. Después del ataque a las Torres Gemelas, la nación americana cerraba filas en torno al presidente Bush, que se aprestaba a caer sobre Irak. La popularidad le sonreía. Ahora el desastre de la guerra acosa a la Casa Blanca y Bush cae en las encuestas.
En esta situación, no será tan fácil que el gobierno norteamericano mantenga su alta participación en el conflicto colombiano. Los 700 millones de dólares por año de ayuda militar pueden aminorar y la nube de funcionarios gringos que hoy hacen presencia en Colombia puede achicarse. Uribe tendrá que volver a pensar el sentido de sus relaciones con Washington. La dependencia exclusiva de Estados Unidos y el aislamiento del Sur de América pueden no ser aconsejables.
También Gaviria, que funge inesperadamente como la cabeza de la oposición, tendrá que echar un ojo sobre su realidad. A la inmensa franja de electores que lo acompañaron la aviva más un sentimiento antiuribista que una adscripción a la izquierda. Esto indica que hay un gran trabajo por hacer. Transformar la reacción opositora hacia Uribe en una adhesión positiva hacia el Polo es un reto gigante.
Se trata de conquistar para siempre a los electores que migraron del liberalismo hacia las toldas de la izquierda. De seducir a los intelectuales y capas medias que optaron por Gaviria cuando su primera opción era Mockus. De recoger a quienes se vayan desengañando de Uribe en este segundo mandato.
El camino para convertir el Polo en una alternativa de poder para el 2010 pasa por el éxito de los gobiernos locales de la izquierda o cercanos a ella. Ayudar a culminar satisfactoriamente los mandatos de Bogotá, Valle y Antioquia y buscar afanosamente le reedición de gobiernos alternativos en el 2007 en muchos lugares del país, es el gran desafío. También hacer creíble el discurso de la solución negociada del conflicto y la búsqueda de un modelo económico inspirado en la equidad y abierto a la integración.

No comments: